Hace muchos años que tener un automóvil dejó de ser un lujo, hoy ya no se trata de clases sociales, se trata más bien de necesidades de acuerdo a nuestra realidad. Por ello, el pago del permiso de circulación en Chile es un tema que genera mucha controversia entre las y los ciudadanos. A pesar de la creencia que este impuesto es destinado a mejorar nuestras calles o la infraestructura vial, la realidad supera a la ficción.Según datos recopilados, el 35% de lo recaudado por los permisos de circulación queda en cada Municipalidad, mientras que el 65% restante se destina al Fondo Común Municipal. Pero a pesar de lo altas que son las cifras que corresponde al porcentaje que queda en los municipios, estos recursos no es que se utilicen necesariamente en los arreglos de calles o eventos. Pues existe una relación entre los municipios y los gobiernos regionales. Situación que quedó de manifiesto en la ultima sesión de concejo municipal cuando se habló respecto a la situación que hace un año vive la comunidad en calle Fresia, donde el alcalde deja en claro que no hay recursos por parte del municipio y que cuando se depende de otros servicios no se puede hacer nada. En rigor si los daños son superiores los 20 metros cuadrados, quien debe asumir esta responsabilidad es el gobierno regional, lo que inmediatamente invita a la burocracia para ir en búsqueda de los recursos, situación que queda claro en la historia de la Ley 21.111 que fija texto definitivo de las leyes de Pavimentación Comunal, por si le interesa puede profundizar en la citada Ley AQUÍ. Respecto al cálculo del permiso de circulación no es que se realice un estudio o diagnostico vial de la situación en la comuna, esto obedece directamente una tasación fiscal determinada por el Servicio de Impuestos Internos (SII), con un sistema que establece una escala progresiva y acumulativa sobre el precio corriente en plaza fijado anualmente por este servicio. En países como México para hacer una comparación se paga un permiso que tiene otro nombre, pero que cumple prácticamente el mismo fin, donde los automóviles familiares pagan un costo (aprox $46.000), los de transporte otro costo y los pertenecientes a la industria poseen un valor mas elevado, pero proporcionalmente, las diferencias son evidentes como nos relata un mexicano amigo de nuestro medio Todos creemos equivocadamente que al pagar el permiso solo están habilitando recursos para la mejora en la calidad de nuestras calles. Pero la realidad en todo el país es otra: al pagar el permiso no se está contribuyendo directamente a tener mejores calles sino simplemente obteniendo el derecho a circular por la vía pública. Lo que inmediatamente nos invita a pensar que muy pronto tendremos que pagar el peaje de la ruta Nahuelbuta, aumentando el castigo a los bolsillos de quienes poseemos un automóvil, dado que la mala calidad de muchas calles y sectores, ademas son un dolor adicional cuando de reparaciones y repuestos se trata. Ni hablar del impuesto especifico de los combustibles. Aunque muchos esperamos que estos esfuerzos económicos ayuden a tapar hoyos en las calles, la verdad es que estos fondos terminan alimentando las arcas municipales sin garantizar mejoras significativas en la infraestructura vial y mucho menos sabiendo cuanto se recaudó por este concepto y mucho menos donde se destinaron efectivamente estos recursos. Si necesitan conocer cual es el valor real de su permiso de circulación para este año, pueden ingresar al sitio especifico del SII para estos fines, donde primero deberán rellenar un captcha y posteriormente u¡ingresar los datos se automóvil y así podrá saber cuanto tiene que pagar este año.
Hace muchos años que tener un automóvil dejó de ser un lujo, hoy ya no se trata de clases sociales, se trata más bien de necesidades de acuerdo a nuestra realidad. Por ello, el pago del permiso de circulación en Chile es un tema que genera mucha controversia entre las y los ciudadanos. A pesar de la creencia que este impuesto es destinado a mejorar nuestras calles o la infraestructura vial, la realidad supera a la ficción.Según datos recopilados, el 35% de lo recaudado por los permisos de circulación queda en cada Municipalidad, mientras que el 65% restante se destina al Fondo Común Municipal. Pero a pesar de lo altas que son las cifras que corresponde al porcentaje que queda en los municipios, estos recursos no es que se utilicen necesariamente en los arreglos de calles o eventos. Pues existe una relación entre los municipios y los gobiernos regionales. Situación que quedó de manifiesto en la ultima sesión de concejo municipal cuando se habló respecto a la situación que hace un año vive la comunidad en calle Fresia, donde el alcalde deja en claro que no hay recursos por parte del municipio y que cuando se depende de otros servicios no se puede hacer nada. En rigor si los daños son superiores los 20 metros cuadrados, quien debe asumir esta responsabilidad es el gobierno regional, lo que inmediatamente invita a la burocracia para ir en búsqueda de los recursos, situación que queda claro en la historia de la Ley 21.111 que fija texto definitivo de las leyes de Pavimentación Comunal, por si le interesa puede profundizar en la citada Ley AQUÍ. Respecto al cálculo del permiso de circulación no es que se realice un estudio o diagnostico vial de la situación en la comuna, esto obedece directamente una tasación fiscal determinada por el Servicio de Impuestos Internos (SII), con un sistema que establece una escala progresiva y acumulativa sobre el precio corriente en plaza fijado anualmente por este servicio. En países como México para hacer una comparación se paga un permiso que tiene otro nombre, pero que cumple prácticamente el mismo fin, donde los automóviles familiares pagan un costo (aprox $46.000), los de transporte otro costo y los pertenecientes a la industria poseen un valor mas elevado, pero proporcionalmente, las diferencias son evidentes como nos relata un mexicano amigo de nuestro medio Todos creemos equivocadamente que al pagar el permiso solo están habilitando recursos para la mejora en la calidad de nuestras calles. Pero la realidad en todo el país es otra: al pagar el permiso no se está contribuyendo directamente a tener mejores calles sino simplemente obteniendo el derecho a circular por la vía pública. Lo que inmediatamente nos invita a pensar que muy pronto tendremos que pagar el peaje de la ruta Nahuelbuta, aumentando el castigo a los bolsillos de quienes poseemos un automóvil, dado que la mala calidad de muchas calles y sectores, ademas son un dolor adicional cuando de reparaciones y repuestos se trata. Ni hablar del impuesto especifico de los combustibles. Aunque muchos esperamos que estos esfuerzos económicos ayuden a tapar hoyos en las calles, la verdad es que estos fondos terminan alimentando las arcas municipales sin garantizar mejoras significativas en la infraestructura vial y mucho menos sabiendo cuanto se recaudó por este concepto y mucho menos donde se destinaron efectivamente estos recursos. Si necesitan conocer cual es el valor real de su permiso de circulación para este año, pueden ingresar al sitio especifico del SII para estos fines, donde primero deberán rellenar un captcha y posteriormente u¡ingresar los datos se automóvil y así podrá saber cuanto tiene que pagar este año.