En la más reciente reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el secretario general, António Guterres, reveló cifras estremecedoras sobre el conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás en la Franja de Gaza. Según el informe del Ministerio de Seguridad de Gaza, el saldo de la guerra asciende a 14.000 muertos, destacando que dos tercios de estas víctimas, aproximadamente 9.300 personas, son mujeres y niños. Durante la sesión, Guterres subrayó que esta guerra ha superado a todas las demás en cuanto al número de niños fallecidos a causa de los enfrentamientos, describiendo la situación comouna catástrofe humanitaria épica. El secretario general también hizo hincapié en el breve periodo de esperanza representado por la tregua humanitaria entre Israel y Hamás, que lamentablemente llegó a su fin el pasado 1 de diciembre, cuando el ejército israelí confirmó la reanudación de los ataques en Gaza. El informe revela que el conflicto armado ha desplazado al 80% de los habitantes de la Franja de Gaza, mientras que el 45% de las viviendas se encuentran destruidas. Guterres expresó su preocupación de que Gaza esté convirtiéndose enun cementerio de niños y urgió a la comunidad internacional a no permanecer indiferente ante la tragedia. El presidente Gabriel Boric, a través de sus redes sociales, condenó labrutalidad inhumana del gobierno de Benjamín Netanyahu y su administración durante el conflicto con Hamás. Sus declaraciones reflejan la creciente indignación global ante las impactantes consecuencias humanitarias de este conflicto.
El coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, expresó este martes su preocupación ante la persistente crisis humanitaria en Gaza, a pesar de la tregua alcanzada entre el Gobierno israelí y el brazo político del grupo islamista Hamás. En un comunicado difundido, Wennesland denunció que La situación humanitaria en Gaza sigue siendo catastrófica y requiere la entrada urgente de ayuda y suministros adicionales de manera fluida, predecible y continua para aliviar el sufrimiento insoportable de los palestinos de Gaza. A pesar de la gravedad de la situación, el coordinador del proceso de paz mostró susatisfacción por la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, describiéndola como un importante avance humanitario, especialmente para los civiles que han estado viviendo en la agonía, bajo las armas o los bombardeos. Wennesland reiteró la necesidad de que Hamás libere a todos los rehenes que mantiene en Gaza, respaldando el llamado del secretario general de la ONU, António Guterres, para la implementación de un alto el fuego duradero. La tregua de cuatro días entre Hamás e Israel, que comenzó el viernes y se extendió dos días más, ha permitido la liberación de 51 israelíes y 18 extranjeros, así como la excarcelación de 150 prisioneros palestinos. La guerra declarada por Israel contra Hamás el 7 de octubre, en respuesta a un ataque del grupo islamista, ha dejado más de 15.000 muertos en el enclave palestino, según autoridades palestinas, mayormente niños y mujeres. Además, se estima que más de 7.000 personas están desaparecidas bajo los escombros.
En medio del conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamás, la situación humanitaria en la Franja de Gaza alcanza niveles críticos, especialmente en el ámbito de la salud. Según informes de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) de la ONU, todos los hospitales en la ciudad de Gaza (norte) y en el norte de Gaza han dejado de funcionar, agravando la crisis que ya enfrentaba la infraestructura sanitaria en esa región densamente poblada. La excepción es el hospital Al Ahli, que, a pesar de las dificultades, sigue operando con 500 pacientes y la capacidad de recibir a algunos más. El resto de los centros médicos, incluido el principal, Al Shifa, se encuentran fuera de servicio debido a la falta crítica de electricidad, suministros médicos, oxígeno, alimentos y agua. Además, la violencia en los alrededores, con bombardeos y enfrentamientos, ha exacerbado la situación, llevando a un colapso total de la atención médica en la región. El hospital Al Shifa, que ha sido recientemente afectado por los enfrentamientos armados y bombardeos i sraelíes, enfrenta una emergencia humanitaria. En los últimos dos días, 32 pacientes y tres recién nacidos prematuros han perdido la vida debido a la interrupción del suministro eléctrico y las condiciones extremadamente precarias. La falta de electricidad pone en peligro la vida de los 600-650 pacientes hospitalizados, 200-250 miembros del personal y 1,500 desplazados internos que aún permanecen en el hospital, mientras que 36 bebés en incubadoras y los enfermos que necesitan diálisis están en riesgo inminente de morir. La evacuación ordenada por el Ejército israelí para los hospitales del norte de la Franja ha sido condenada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que la considera equivalente a una sentencia de muerte para el sistema médico en su conjunto. La OMS advierte que los hospitales del sur no tienen capacidad para recibir a los pacientes evacuados, dejando a los enfermos sin opciones viables de atención médica.En paralelo, se destaca la presión ejercida por Israel en los residentes del norte para que se desplacen al sur. Hasta ahora, aproximadamente 200,000 personas han seguido esta recomendación en la última semana, elevando el número total de desplazados internos en Gaza a más de 1.7 millones, según la OCHA.
En las últimas 24 horas, más de 50,000 palestinos han sido evacuados del norte al sur de Gaza a través del único corredor permitido por las autoridades israelíes, según informa la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Esta evacuación masiva eleva la cifra total de desplazados forzosos a 72,000 desde que la Franja quedó dividida en dos por Israel hace cinco días. El ejército israelí ha continuado ordenando a los habitantes del norte de Gaza, todavía cientos de miles, que se desplacen al sur mediante la carretera de Saladino, la principal arteria de la Franja. El flujo de evacuados ha aumentado de manera alarmante en los últimos días, pasando de 5,000 en los primeros tres días a 15,000 solo el martes, y luego multiplicándose por más de tres el miércoles. Los combates y bombardeos en la carretera y sus alrededores persisten, poniendo en grave peligro a los evacuados. Testimonios hablan de cadáveres en la vía, y el paso del norte al sur, atravesando el río de Gaza, solo está abierto diariamente de 10 de la mañana a 2 de la tarde. La mayoría de los evacuados se desplazan a pie, enfrentando un recorrido peligroso de al menos cuatro o cinco kilómetros en la zona. Aquellos que llegan en vehículos son obligados por las autoridades israelíes a dejarlos en la rotonda Al Kuwaiti, en el extremo sur de Ciudad de Gaza, capital de la Franja. El informe de la OCHA destaca el testimonio desgarrador de un evacuado, quien relató haber caminado durante dos horas desde Ciudad de Gaza hasta la rotonda Al Kuwaiti, encontrando destrucción en su camino, tanques y soldados posicionados en el lado este de la carretera, así como cadáveres y partes de cuerpos. Además de la crisis humanitaria en curso, los hospitales en la mitad norte de Gaza están al borde del colapso. El hospital Al Quds ha tenido que suspender operaciones quirúrgicas y otras actividades esenciales debido a la falta de combustible, mientras que el hospital de Al Auda, el único que aún ofrece servicios de maternidad en el norte, advierte que sus reservas de combustible podrían agotarse en 30 horas, lo que dejaría a las mujeres embarazadas en una situación extremadamente precaria. En un incidente particularmente trágico, Naciones Unidas denunció la muerte de decenas de palestinos en el ataque a una escuela en la Ciudad de Gaza que albergaba a miles de desplazados internos. Además, se ha informado que 37 periodistas han perdido la vida en los últimos 30 días de hostilidades, incluyendo 32 palestinos de Gaza, marcando el mes más mortífero para la profesión desde que se comenzaron a compilar estos datos en 1992, según el Comité de Protección de Periodistas (CPJ).
Las existencias de alimentos esenciales en la Franja de Gaza, como el arroz, el aceite vegetal y las legumbres, se agotarán en entre uno y tres días, según estimaciones realizadas por el Programa Mundial de Alimentos, uno de los mayores brazos humanitarios de la ONU. Los suministros de alimentos que han podido entrar desde Egipto son muy escasos en comparación con las necesidades y se distribuyen principalmente en el sur de Gaza, mientras que la harina se destina exclusivamente a las panaderías. La distribución de ayuda alimentaria por parte de las organizaciones internacionales a los desplazados internos en la ciudad de Gaza y en el norte en general se ha detenido casi por completo debido a la intensidad de los bombardeos y la orden de evacuación que ha dado Israel. Aunque es probable que un número reducido de oenegés locales y organizaciones comunitarias sigan brindando algún tipo de ayuda, ya no queda ninguna panadería funcionando en esa parte del territorio palestino. Según la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), el pasado domingo se logró que unnúmero limitado de camiones con suministros humanitarios cruzaran el paso fronterizo de Rafah. Aunque no se especificó la cantidad exacta de camiones, se tiene conocimiento de que desde el 21 de octubre, cuando Israel y Egipto acordaron permitir una entrada restringida de ayuda, un total de 451 camiones han llegado a Gaza. Asimismo, se estima que todavía hay 400.000 personas en el norte de Gaza, incluida la ciudad que hace de capital de la Franja, entre las cuales hay heridos, enfermos y personas vulnerables que no pueden escapar y familiares que no quieren abandonarles. Once panaderías han sido atacadas y destruidas desde el inicio de la guerra, lo que agrava aún más la situación alimentaria en la región. El Ejército israelí ha anunciado la apertura de un nuevo corredor seguro para que los civiles gazatíes que aún permanecen en el norte de la Franja puedan desplazarse al sur. Sin embargo, los bombardeos indiscriminados continúan afectando a todo el enclave, incluido el sur, y se estima que todavía 400.000 gazatíes no han encontrado vías seguras ni refugio en la parte sur, donde también escasean los alimentos, las medicinas y el agua potable. Ayer, Israel anunció la apertura de un corredor humanitario durante varias horas, sin embargo, tanto las tropas israelíes como Hamás se acusan mutuamente de haber llevado a cabo ataques en la zona. En un intento por c onsolidar su control sobre amplias áreas del norte de la Franja de Gaza, las tropas terrestres del Ejército israelí lograron llegar a la costa mediterránea desde el centro del enclave, dividiéndolo en dos y aumentando la presión sobre la ciudad de Gaza.
En la más reciente reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el secretario general, António Guterres, reveló cifras estremecedoras sobre el conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás en la Franja de Gaza. Según el informe del Ministerio de Seguridad de Gaza, el saldo de la guerra asciende a 14.000 muertos, destacando que dos tercios de estas víctimas, aproximadamente 9.300 personas, son mujeres y niños. Durante la sesión, Guterres subrayó que esta guerra ha superado a todas las demás en cuanto al número de niños fallecidos a causa de los enfrentamientos, describiendo la situación comouna catástrofe humanitaria épica. El secretario general también hizo hincapié en el breve periodo de esperanza representado por la tregua humanitaria entre Israel y Hamás, que lamentablemente llegó a su fin el pasado 1 de diciembre, cuando el ejército israelí confirmó la reanudación de los ataques en Gaza. El informe revela que el conflicto armado ha desplazado al 80% de los habitantes de la Franja de Gaza, mientras que el 45% de las viviendas se encuentran destruidas. Guterres expresó su preocupación de que Gaza esté convirtiéndose enun cementerio de niños y urgió a la comunidad internacional a no permanecer indiferente ante la tragedia. El presidente Gabriel Boric, a través de sus redes sociales, condenó labrutalidad inhumana del gobierno de Benjamín Netanyahu y su administración durante el conflicto con Hamás. Sus declaraciones reflejan la creciente indignación global ante las impactantes consecuencias humanitarias de este conflicto.
El coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, expresó este martes su preocupación ante la persistente crisis humanitaria en Gaza, a pesar de la tregua alcanzada entre el Gobierno israelí y el brazo político del grupo islamista Hamás. En un comunicado difundido, Wennesland denunció que La situación humanitaria en Gaza sigue siendo catastrófica y requiere la entrada urgente de ayuda y suministros adicionales de manera fluida, predecible y continua para aliviar el sufrimiento insoportable de los palestinos de Gaza. A pesar de la gravedad de la situación, el coordinador del proceso de paz mostró susatisfacción por la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, describiéndola como un importante avance humanitario, especialmente para los civiles que han estado viviendo en la agonía, bajo las armas o los bombardeos. Wennesland reiteró la necesidad de que Hamás libere a todos los rehenes que mantiene en Gaza, respaldando el llamado del secretario general de la ONU, António Guterres, para la implementación de un alto el fuego duradero. La tregua de cuatro días entre Hamás e Israel, que comenzó el viernes y se extendió dos días más, ha permitido la liberación de 51 israelíes y 18 extranjeros, así como la excarcelación de 150 prisioneros palestinos. La guerra declarada por Israel contra Hamás el 7 de octubre, en respuesta a un ataque del grupo islamista, ha dejado más de 15.000 muertos en el enclave palestino, según autoridades palestinas, mayormente niños y mujeres. Además, se estima que más de 7.000 personas están desaparecidas bajo los escombros.
En medio del conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamás, la situación humanitaria en la Franja de Gaza alcanza niveles críticos, especialmente en el ámbito de la salud. Según informes de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) de la ONU, todos los hospitales en la ciudad de Gaza (norte) y en el norte de Gaza han dejado de funcionar, agravando la crisis que ya enfrentaba la infraestructura sanitaria en esa región densamente poblada. La excepción es el hospital Al Ahli, que, a pesar de las dificultades, sigue operando con 500 pacientes y la capacidad de recibir a algunos más. El resto de los centros médicos, incluido el principal, Al Shifa, se encuentran fuera de servicio debido a la falta crítica de electricidad, suministros médicos, oxígeno, alimentos y agua. Además, la violencia en los alrededores, con bombardeos y enfrentamientos, ha exacerbado la situación, llevando a un colapso total de la atención médica en la región. El hospital Al Shifa, que ha sido recientemente afectado por los enfrentamientos armados y bombardeos i sraelíes, enfrenta una emergencia humanitaria. En los últimos dos días, 32 pacientes y tres recién nacidos prematuros han perdido la vida debido a la interrupción del suministro eléctrico y las condiciones extremadamente precarias. La falta de electricidad pone en peligro la vida de los 600-650 pacientes hospitalizados, 200-250 miembros del personal y 1,500 desplazados internos que aún permanecen en el hospital, mientras que 36 bebés en incubadoras y los enfermos que necesitan diálisis están en riesgo inminente de morir. La evacuación ordenada por el Ejército israelí para los hospitales del norte de la Franja ha sido condenada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que la considera equivalente a una sentencia de muerte para el sistema médico en su conjunto. La OMS advierte que los hospitales del sur no tienen capacidad para recibir a los pacientes evacuados, dejando a los enfermos sin opciones viables de atención médica.En paralelo, se destaca la presión ejercida por Israel en los residentes del norte para que se desplacen al sur. Hasta ahora, aproximadamente 200,000 personas han seguido esta recomendación en la última semana, elevando el número total de desplazados internos en Gaza a más de 1.7 millones, según la OCHA.
En las últimas 24 horas, más de 50,000 palestinos han sido evacuados del norte al sur de Gaza a través del único corredor permitido por las autoridades israelíes, según informa la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Esta evacuación masiva eleva la cifra total de desplazados forzosos a 72,000 desde que la Franja quedó dividida en dos por Israel hace cinco días. El ejército israelí ha continuado ordenando a los habitantes del norte de Gaza, todavía cientos de miles, que se desplacen al sur mediante la carretera de Saladino, la principal arteria de la Franja. El flujo de evacuados ha aumentado de manera alarmante en los últimos días, pasando de 5,000 en los primeros tres días a 15,000 solo el martes, y luego multiplicándose por más de tres el miércoles. Los combates y bombardeos en la carretera y sus alrededores persisten, poniendo en grave peligro a los evacuados. Testimonios hablan de cadáveres en la vía, y el paso del norte al sur, atravesando el río de Gaza, solo está abierto diariamente de 10 de la mañana a 2 de la tarde. La mayoría de los evacuados se desplazan a pie, enfrentando un recorrido peligroso de al menos cuatro o cinco kilómetros en la zona. Aquellos que llegan en vehículos son obligados por las autoridades israelíes a dejarlos en la rotonda Al Kuwaiti, en el extremo sur de Ciudad de Gaza, capital de la Franja. El informe de la OCHA destaca el testimonio desgarrador de un evacuado, quien relató haber caminado durante dos horas desde Ciudad de Gaza hasta la rotonda Al Kuwaiti, encontrando destrucción en su camino, tanques y soldados posicionados en el lado este de la carretera, así como cadáveres y partes de cuerpos. Además de la crisis humanitaria en curso, los hospitales en la mitad norte de Gaza están al borde del colapso. El hospital Al Quds ha tenido que suspender operaciones quirúrgicas y otras actividades esenciales debido a la falta de combustible, mientras que el hospital de Al Auda, el único que aún ofrece servicios de maternidad en el norte, advierte que sus reservas de combustible podrían agotarse en 30 horas, lo que dejaría a las mujeres embarazadas en una situación extremadamente precaria. En un incidente particularmente trágico, Naciones Unidas denunció la muerte de decenas de palestinos en el ataque a una escuela en la Ciudad de Gaza que albergaba a miles de desplazados internos. Además, se ha informado que 37 periodistas han perdido la vida en los últimos 30 días de hostilidades, incluyendo 32 palestinos de Gaza, marcando el mes más mortífero para la profesión desde que se comenzaron a compilar estos datos en 1992, según el Comité de Protección de Periodistas (CPJ).
Las existencias de alimentos esenciales en la Franja de Gaza, como el arroz, el aceite vegetal y las legumbres, se agotarán en entre uno y tres días, según estimaciones realizadas por el Programa Mundial de Alimentos, uno de los mayores brazos humanitarios de la ONU. Los suministros de alimentos que han podido entrar desde Egipto son muy escasos en comparación con las necesidades y se distribuyen principalmente en el sur de Gaza, mientras que la harina se destina exclusivamente a las panaderías. La distribución de ayuda alimentaria por parte de las organizaciones internacionales a los desplazados internos en la ciudad de Gaza y en el norte en general se ha detenido casi por completo debido a la intensidad de los bombardeos y la orden de evacuación que ha dado Israel. Aunque es probable que un número reducido de oenegés locales y organizaciones comunitarias sigan brindando algún tipo de ayuda, ya no queda ninguna panadería funcionando en esa parte del territorio palestino. Según la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), el pasado domingo se logró que unnúmero limitado de camiones con suministros humanitarios cruzaran el paso fronterizo de Rafah. Aunque no se especificó la cantidad exacta de camiones, se tiene conocimiento de que desde el 21 de octubre, cuando Israel y Egipto acordaron permitir una entrada restringida de ayuda, un total de 451 camiones han llegado a Gaza. Asimismo, se estima que todavía hay 400.000 personas en el norte de Gaza, incluida la ciudad que hace de capital de la Franja, entre las cuales hay heridos, enfermos y personas vulnerables que no pueden escapar y familiares que no quieren abandonarles. Once panaderías han sido atacadas y destruidas desde el inicio de la guerra, lo que agrava aún más la situación alimentaria en la región. El Ejército israelí ha anunciado la apertura de un nuevo corredor seguro para que los civiles gazatíes que aún permanecen en el norte de la Franja puedan desplazarse al sur. Sin embargo, los bombardeos indiscriminados continúan afectando a todo el enclave, incluido el sur, y se estima que todavía 400.000 gazatíes no han encontrado vías seguras ni refugio en la parte sur, donde también escasean los alimentos, las medicinas y el agua potable. Ayer, Israel anunció la apertura de un corredor humanitario durante varias horas, sin embargo, tanto las tropas israelíes como Hamás se acusan mutuamente de haber llevado a cabo ataques en la zona. En un intento por c onsolidar su control sobre amplias áreas del norte de la Franja de Gaza, las tropas terrestres del Ejército israelí lograron llegar a la costa mediterránea desde el centro del enclave, dividiéndolo en dos y aumentando la presión sobre la ciudad de Gaza.