El fenómeno del consumo vampiro se revela como un gasto energético invisible pero significativo, según el académico de Ingeniería Ambiental de la Universidad Andrés Bello, Sebastián Lira. Este consumo, que se da cuando los dispositivos están enchufados sin ser utilizados, puede representar entre el 5% y el 10% del consumo energético de un hogar promedio, según la Agencia Internacional de Energía. En un artículo para la UNAB, Lira destaca que este derroche energético tiene un impacto directo en el calentamiento global, contribuyendo al aumento de emisiones de carbono. Dispositivos cotidianos como notebooks, televisores y cargadores de celular forman parte de este problema, generando una demanda innecesaria de electricidad. El experto advierte sobre las consecuencias específicas de dejar cargadores de teléfonos celulares conectados. Aparte de contribuir al consumo vampiro general, esto puede resultar en sobrecalentamiento, representando riesgos de incendio y daño a los dispositivos. El uso continuado del cargador también puede desencadenar desgaste y daño tanto al cargador como al teléfono, afectando su vida útil. El Periódico de España agrega más riesgos, destacando el peligro de descargas eléctricas para niños y mascotas. Además, la conexión constante de cargadores contribuye al aumento de la demanda de electricidad, intensificando la generación de emisiones de carbono. En un mundo enfocado en la sostenibilidad, la advertencia es clara: el consumo vampiro no solo impacta en las facturas de electricidad, sino que también tiene consecuencias medioambientales significativas. Adoptar prácticas responsables es esencial para reducir nuestra huella ambiental y contribuir a un futuro más sostenible.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP28, se llevará a cabo el próximo 30 de noviembre hasta el 12 de diciembre en Dubái, marcando el evento ambiental más masivo e influyente del año. Con la participación de más de 30.000 delegados gubernamentales, representantes del sector privado, bancos multilaterales, sociedad civil, y científicos, entre otros, se espera que la conferencia aborde desafíos cruciales en la lucha contra el cambio climático. Este año, Chile se destaca como uno de los participantes clave, presentando un pabellón propio y desempeñando un papel significativo en las negociaciones. La Organización de Naciones Unidas (ONU) revelará en esta edición la primera evaluación de dos años del progreso mundial para frenar el cambio climático, denominadoBalance global. Entre los desafíos principales, la COP28 buscará triplicar la capacidad de energía renovable y duplicar la eficiencia energética. Los efectos del cambio climático, evidenciados por el récord histórico de temperaturas registradas en 2023, hacen que la urgencia por alcanzar acuerdos significativos sea aún más apremiante. Con un aumento promedio de 1.1ºC sobre los niveles preindustriales, la meta de mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 grados se vuelve cada vez más desafiante. Julio Cordano, director de Medio Ambiente, Cambio Climático y Océanos de la Cancillería y jefe negociador de Chile en la COP28, señala que con los años, se ha convertido además en una oportunidad muy importante como gran evento de discusión, entre actores gubernamentales y no gubernamentales, sobre iniciativas y alianzas que no necesariamente se ven reflejadas en las decisiones negociadas de la COP”. “Esto es importante mencionarlo porque una de nuestras prioridades, como país, es la implementación, para tratar de cumplir con las metas de NDCs, mediante el financiamiento y la aplicación de políticas de mitigación y adaptación. La ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, quien lideró la discusión sobrePérdidas y Daños en la COP27, vuelve a desempeñar un papel clave este año. Destacó que efectivamente, nuevamente me pidieron ayudar en algunos temas que son complejos, para que se puedan resolver. Recordemos que la convención funciona con consenso, lo que significa que todos los países deben estar de acuerdo para avanzar en una dirección, si hay uno que se niega, no se realiza. Es complejo avanzar. Este año me pidieron co-facilitar la meta global de “Adaptación”, cómo nos hacemos cargo de las consecuencias que ya estamos viviendo del cambio climático. Algunos países piensan que es más importante hacerse cargo de las causas , más que de las consecuencias , pero el tema es que éstas últimas ya están ocurriendo, y cuando llegan muchas, los países no tienen cómo enfrentar las causas, entonces quedan inmovilizados. Chile contará con un espacio propio en la Zona Azul de la COP28, centrado en la transición energética, soluciones basadas en la naturaleza, finanzas verdes y la criósfera y Antártica. Sara Larraín, directora de Chile Sustentable, señala que los desafíos de esta COP incluyen la reposición de la agenda de compromisos climáticos y la preocupación por posibles retrocesos en las negociaciones. Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, destaca como uno de los principales desafíos la puesta en marcha del fondo de pérdidas y daños, aprobado en la cumbre anterior, para compensar los efectos de eventos climáticos extremos. A pesar de las dificultades, Chile se propone promover una transición rápida hacia la neutralidad de carbono para mediados de siglo. La COP28, con la tarea trascendental de evaluar la implementación del Acuerdo de París, busca resultados significativos en la mitigación, adaptación y movilización financiera, informando nuevas Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs) en 2025. La presidencia de la COP28, a cargo de Emiratos Árabes Unidos, establece cinco prioridades, destacando la importancia de lograr consensos en temas como el Balance Global y la Meta Global de Adaptación. A pesar de los desafíos, se espera que esta conferencia defina el rumbo hacia un futuro más sostenible, abordando de manera efectiva la crisis climática que enfrenta el planeta.
En la actualidad, es innegable el daño que las personas estamos causando al medioambiente. Nuestros actos irresponsables y egoístas están llevando al planeta a un punto de no retorno, donde los recursos naturales se agotan y la biodiversidad se ve amenazada, nuestros espacios de encuentro, recreación o diversión son presa cotidianamente de la irresponsabilidad y la falta de cultura de nuestra sociedad. Situación que lamentablemente me tocó vivir en lo que debía ser un simple paseo dominical con el perrito de la casa, se transformó en un caos producto de la irresponsabilidad de gente sin educación ni criterio. Ver video referencial El daño que producimos como seres humanos es evidente en todos los ámbitos de nuestra vida diaria. Para esta oportunidad nos vamos a enfocar en aquellas acciones que están dañando nuestros entornos y que son producidas netamente por nosotros. Es importante entender que no podemos seguir viviendo de esta manera. Nuestra ciudad es nuestro hogar y debemos cuidarla como tal. Si seguimos tirando basura en las calles y en los caminos rurales, no solo estamos haciendo un daño estético, estamos produciendo un perjuicio grabe al medioambiente y a nuestra imagen como ciudad desde el punto de vista turístico. Una de las principales causas del daño ambiental es la falta de educación y conciencia. Muchas personas desconocen las consecuencias de sus acciones y no son conscientes del impacto que tienen en el medioambiente. Es responsabilidad de todos los actores de la sociedad comenzar a ponerle el cascabel al gato. La comunidad debe ser vigilante y denunciante, las organizaciones sociales y específicamente las juntas de vecinos deben comenzar a trabajar mancomunadamente con la unión comunal de juntas de vecinos urbanas y rurales para generar espacios de educación y prevención en materias respecto al cuidado de sus entornos, donde también la delincuencia se ve directamente asociada al tema medioambiental. Es el caso de la ciudad de Medellín, Colombia. A través de su programa Medellín Limpia, la ciudad ha logrado involucrar a la comunidad en la limpieza de sus espacios públicos, generando un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia el entorno. Además, es fundamental que el estado y los gobiernos locales tomen medidas concretas para proteger nuestros entornos. Es necesario implementar políticas castigadoras respecto al cuidado del medioambiente y es en esta parte donde entran los legisladores (Diputados y Senadores). Si se pudo cambiar la cultura del cigarrillo con medidas restrictivas, se puede también combatir la delincuencia medioambiental. Po ejemplo en la ciudad de Singapur. Gracias a su política de cero tolerancia hacia la basura en las calles, la ciudad ha logrado mantener un entorno limpio y ordenado. También es importante fomentar la educación ambiental en nuestros establecimientos educacionales, para que las futuras generaciones crezcan con una conciencia ambiental sólida, entendiendo que si se puede tener un ramo de religión, también podemos incluir deidades de la naturaleza como el sol, el agua, el viento y nuestra propia Pachamama, con la finalidad de que desde temprana edad las y los más pequeños generen un vinculo afectivo con el cuidado de la naturaleza. Un ejemplo exitoso de esta estrategia se encuentra en la ciudad de Curitiba, Brasil. Gracias a un programa educativo integral, la ciudad ha logrado reducir la cantidad de basura en un 50% en los últimos años. Es evidente que el problema de la basura y la falta de conciencia ambiental es un flagelo que afecta a nuestra sociedad de manera alarmante. Hemos sido demasiado pasivos, permitiendo que nuestros entornos se conviertan en vertederos improvisados, sin tomar acción alguna para detenerlo, no para estar limpiando constantemente acción que se transforma en un círculo vicioso. No se trata solo de recoger la basura que otros han dejado atrás, sino de prevenir que se genere en primer lugar. Debemos fomentar la reducción, reutilización y reciclaje de los materiales, así como promover la educación ambiental desde temprana edad. Es momento de dejar de ser espectadores y convertirnos en protagonistas. Nuestra sociedad completa debe unirse y poner manos a la obra para enfrentar este desafío. Solo así lograremos un cambio real y duradero. Recordemos que cada pequeña acción cuenta. Si cada uno de nosotros se compromete a cuidar su entorno y a educar a otros, estaremos sentando las bases para un cambio significativo. No dejemos que la pasividad nos consuma, tomemos las riendas y seamos los agentes de cambio que nuestra sociedad necesita. El futuro de nuestro planeta está en nuestras manos. Hagamos de él un lugar mejor, libre de basura y lleno de conciencia ambiental. No esperemos más. ¡Es hora de actuar!
El fenómeno del consumo vampiro se revela como un gasto energético invisible pero significativo, según el académico de Ingeniería Ambiental de la Universidad Andrés Bello, Sebastián Lira. Este consumo, que se da cuando los dispositivos están enchufados sin ser utilizados, puede representar entre el 5% y el 10% del consumo energético de un hogar promedio, según la Agencia Internacional de Energía. En un artículo para la UNAB, Lira destaca que este derroche energético tiene un impacto directo en el calentamiento global, contribuyendo al aumento de emisiones de carbono. Dispositivos cotidianos como notebooks, televisores y cargadores de celular forman parte de este problema, generando una demanda innecesaria de electricidad. El experto advierte sobre las consecuencias específicas de dejar cargadores de teléfonos celulares conectados. Aparte de contribuir al consumo vampiro general, esto puede resultar en sobrecalentamiento, representando riesgos de incendio y daño a los dispositivos. El uso continuado del cargador también puede desencadenar desgaste y daño tanto al cargador como al teléfono, afectando su vida útil. El Periódico de España agrega más riesgos, destacando el peligro de descargas eléctricas para niños y mascotas. Además, la conexión constante de cargadores contribuye al aumento de la demanda de electricidad, intensificando la generación de emisiones de carbono. En un mundo enfocado en la sostenibilidad, la advertencia es clara: el consumo vampiro no solo impacta en las facturas de electricidad, sino que también tiene consecuencias medioambientales significativas. Adoptar prácticas responsables es esencial para reducir nuestra huella ambiental y contribuir a un futuro más sostenible.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP28, se llevará a cabo el próximo 30 de noviembre hasta el 12 de diciembre en Dubái, marcando el evento ambiental más masivo e influyente del año. Con la participación de más de 30.000 delegados gubernamentales, representantes del sector privado, bancos multilaterales, sociedad civil, y científicos, entre otros, se espera que la conferencia aborde desafíos cruciales en la lucha contra el cambio climático. Este año, Chile se destaca como uno de los participantes clave, presentando un pabellón propio y desempeñando un papel significativo en las negociaciones. La Organización de Naciones Unidas (ONU) revelará en esta edición la primera evaluación de dos años del progreso mundial para frenar el cambio climático, denominadoBalance global. Entre los desafíos principales, la COP28 buscará triplicar la capacidad de energía renovable y duplicar la eficiencia energética. Los efectos del cambio climático, evidenciados por el récord histórico de temperaturas registradas en 2023, hacen que la urgencia por alcanzar acuerdos significativos sea aún más apremiante. Con un aumento promedio de 1.1ºC sobre los niveles preindustriales, la meta de mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 grados se vuelve cada vez más desafiante. Julio Cordano, director de Medio Ambiente, Cambio Climático y Océanos de la Cancillería y jefe negociador de Chile en la COP28, señala que con los años, se ha convertido además en una oportunidad muy importante como gran evento de discusión, entre actores gubernamentales y no gubernamentales, sobre iniciativas y alianzas que no necesariamente se ven reflejadas en las decisiones negociadas de la COP”. “Esto es importante mencionarlo porque una de nuestras prioridades, como país, es la implementación, para tratar de cumplir con las metas de NDCs, mediante el financiamiento y la aplicación de políticas de mitigación y adaptación. La ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, quien lideró la discusión sobrePérdidas y Daños en la COP27, vuelve a desempeñar un papel clave este año. Destacó que efectivamente, nuevamente me pidieron ayudar en algunos temas que son complejos, para que se puedan resolver. Recordemos que la convención funciona con consenso, lo que significa que todos los países deben estar de acuerdo para avanzar en una dirección, si hay uno que se niega, no se realiza. Es complejo avanzar. Este año me pidieron co-facilitar la meta global de “Adaptación”, cómo nos hacemos cargo de las consecuencias que ya estamos viviendo del cambio climático. Algunos países piensan que es más importante hacerse cargo de las causas , más que de las consecuencias , pero el tema es que éstas últimas ya están ocurriendo, y cuando llegan muchas, los países no tienen cómo enfrentar las causas, entonces quedan inmovilizados. Chile contará con un espacio propio en la Zona Azul de la COP28, centrado en la transición energética, soluciones basadas en la naturaleza, finanzas verdes y la criósfera y Antártica. Sara Larraín, directora de Chile Sustentable, señala que los desafíos de esta COP incluyen la reposición de la agenda de compromisos climáticos y la preocupación por posibles retrocesos en las negociaciones. Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, destaca como uno de los principales desafíos la puesta en marcha del fondo de pérdidas y daños, aprobado en la cumbre anterior, para compensar los efectos de eventos climáticos extremos. A pesar de las dificultades, Chile se propone promover una transición rápida hacia la neutralidad de carbono para mediados de siglo. La COP28, con la tarea trascendental de evaluar la implementación del Acuerdo de París, busca resultados significativos en la mitigación, adaptación y movilización financiera, informando nuevas Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs) en 2025. La presidencia de la COP28, a cargo de Emiratos Árabes Unidos, establece cinco prioridades, destacando la importancia de lograr consensos en temas como el Balance Global y la Meta Global de Adaptación. A pesar de los desafíos, se espera que esta conferencia defina el rumbo hacia un futuro más sostenible, abordando de manera efectiva la crisis climática que enfrenta el planeta.
En la actualidad, es innegable el daño que las personas estamos causando al medioambiente. Nuestros actos irresponsables y egoístas están llevando al planeta a un punto de no retorno, donde los recursos naturales se agotan y la biodiversidad se ve amenazada, nuestros espacios de encuentro, recreación o diversión son presa cotidianamente de la irresponsabilidad y la falta de cultura de nuestra sociedad. Situación que lamentablemente me tocó vivir en lo que debía ser un simple paseo dominical con el perrito de la casa, se transformó en un caos producto de la irresponsabilidad de gente sin educación ni criterio. Ver video referencial El daño que producimos como seres humanos es evidente en todos los ámbitos de nuestra vida diaria. Para esta oportunidad nos vamos a enfocar en aquellas acciones que están dañando nuestros entornos y que son producidas netamente por nosotros. Es importante entender que no podemos seguir viviendo de esta manera. Nuestra ciudad es nuestro hogar y debemos cuidarla como tal. Si seguimos tirando basura en las calles y en los caminos rurales, no solo estamos haciendo un daño estético, estamos produciendo un perjuicio grabe al medioambiente y a nuestra imagen como ciudad desde el punto de vista turístico. Una de las principales causas del daño ambiental es la falta de educación y conciencia. Muchas personas desconocen las consecuencias de sus acciones y no son conscientes del impacto que tienen en el medioambiente. Es responsabilidad de todos los actores de la sociedad comenzar a ponerle el cascabel al gato. La comunidad debe ser vigilante y denunciante, las organizaciones sociales y específicamente las juntas de vecinos deben comenzar a trabajar mancomunadamente con la unión comunal de juntas de vecinos urbanas y rurales para generar espacios de educación y prevención en materias respecto al cuidado de sus entornos, donde también la delincuencia se ve directamente asociada al tema medioambiental. Es el caso de la ciudad de Medellín, Colombia. A través de su programa Medellín Limpia, la ciudad ha logrado involucrar a la comunidad en la limpieza de sus espacios públicos, generando un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia el entorno. Además, es fundamental que el estado y los gobiernos locales tomen medidas concretas para proteger nuestros entornos. Es necesario implementar políticas castigadoras respecto al cuidado del medioambiente y es en esta parte donde entran los legisladores (Diputados y Senadores). Si se pudo cambiar la cultura del cigarrillo con medidas restrictivas, se puede también combatir la delincuencia medioambiental. Po ejemplo en la ciudad de Singapur. Gracias a su política de cero tolerancia hacia la basura en las calles, la ciudad ha logrado mantener un entorno limpio y ordenado. También es importante fomentar la educación ambiental en nuestros establecimientos educacionales, para que las futuras generaciones crezcan con una conciencia ambiental sólida, entendiendo que si se puede tener un ramo de religión, también podemos incluir deidades de la naturaleza como el sol, el agua, el viento y nuestra propia Pachamama, con la finalidad de que desde temprana edad las y los más pequeños generen un vinculo afectivo con el cuidado de la naturaleza. Un ejemplo exitoso de esta estrategia se encuentra en la ciudad de Curitiba, Brasil. Gracias a un programa educativo integral, la ciudad ha logrado reducir la cantidad de basura en un 50% en los últimos años. Es evidente que el problema de la basura y la falta de conciencia ambiental es un flagelo que afecta a nuestra sociedad de manera alarmante. Hemos sido demasiado pasivos, permitiendo que nuestros entornos se conviertan en vertederos improvisados, sin tomar acción alguna para detenerlo, no para estar limpiando constantemente acción que se transforma en un círculo vicioso. No se trata solo de recoger la basura que otros han dejado atrás, sino de prevenir que se genere en primer lugar. Debemos fomentar la reducción, reutilización y reciclaje de los materiales, así como promover la educación ambiental desde temprana edad. Es momento de dejar de ser espectadores y convertirnos en protagonistas. Nuestra sociedad completa debe unirse y poner manos a la obra para enfrentar este desafío. Solo así lograremos un cambio real y duradero. Recordemos que cada pequeña acción cuenta. Si cada uno de nosotros se compromete a cuidar su entorno y a educar a otros, estaremos sentando las bases para un cambio significativo. No dejemos que la pasividad nos consuma, tomemos las riendas y seamos los agentes de cambio que nuestra sociedad necesita. El futuro de nuestro planeta está en nuestras manos. Hagamos de él un lugar mejor, libre de basura y lleno de conciencia ambiental. No esperemos más. ¡Es hora de actuar!