El Ministerio de Obras Públicas (MOP) confirmó este lunes que el proyecto de mejoramiento del camino internacional entre Melipeuco e Icalma ya no considerará la corta de 96 araucarias milenarias, especie protegida y sagrada para el pueblo mapuche. El anuncio lo hizo el Seremi de la cartera, Patricio Poza, luego de reunirse con dirigentes pewenche y agrupaciones verdes. Teniendo que echar pie atrás a un medida que ya había sido anunciada El origen del conflicto El 18 de julio, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) había autorizado –mediante las resoluciones N° 594 y 595– la tala de 57 ejemplares en el tramo Melipeuco-Icalma (Ruta S-61) y 39 en Icalma-Liucura (Ruta R-95). La medida pretendía liberar la franja para obras viales, pero desató un fuerte rechazo local. Ola de movilizaciones y presión mediática En pocos días se articularon más de veinte comunidades pewenche, ONG como Austerra Society y movimientos como Defendamos Patagonia. Campañas en redes con el hashtag #SalvemosLaAraucaria y cartas a Conaf y al MOP elevaron la presión política. Medios regionales y nacionales titularon la controversia y la ciudadanía replicó videos de bosques de araucarias que se viralizaron rápidamente. Un triunfo para el bosque y las comunidades Ambientalistas celebraron la decisión como “un precedente para la defensa del bosque nativo”, mientras que líderes pewenche valoraron que el Estado “reconozca el valor espiritual y cultural del pewén”. El MOP retomará ahora el trazado original, que evita el bosque, y convocará a nuevas mesas de trabajo para equilibrar conectividad y conservación. Lo que viene El MOP deberá entregar en las próximas semanas un diseño vial ajustado. Conaf anunció que revisará sus criterios para futuros permisos que involucren especies protegidas. Organizaciones sociales anticipan que mantendrán la vigilancia sobre cualquier intervención en el ecosistema cordillerano. Con esta marcha atrás, la Araucaria araucana vuelve a sortear la amenaza de la motosierra; la ciudadanía, en cambio, refuerza la idea de que la presión social puede cambiar el rumbo de las decisiones públicas cuando está en juego el patrimonio natural de Chile.
El Ministerio de Obras Públicas (MOP) confirmó este lunes que el proyecto de mejoramiento del camino internacional entre Melipeuco e Icalma ya no considerará la corta de 96 araucarias milenarias, especie protegida y sagrada para el pueblo mapuche. El anuncio lo hizo el Seremi de la cartera, Patricio Poza, luego de reunirse con dirigentes pewenche y agrupaciones verdes. Teniendo que echar pie atrás a un medida que ya había sido anunciada El origen del conflicto El 18 de julio, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) había autorizado –mediante las resoluciones N° 594 y 595– la tala de 57 ejemplares en el tramo Melipeuco-Icalma (Ruta S-61) y 39 en Icalma-Liucura (Ruta R-95). La medida pretendía liberar la franja para obras viales, pero desató un fuerte rechazo local. Ola de movilizaciones y presión mediática En pocos días se articularon más de veinte comunidades pewenche, ONG como Austerra Society y movimientos como Defendamos Patagonia. Campañas en redes con el hashtag #SalvemosLaAraucaria y cartas a Conaf y al MOP elevaron la presión política. Medios regionales y nacionales titularon la controversia y la ciudadanía replicó videos de bosques de araucarias que se viralizaron rápidamente. Un triunfo para el bosque y las comunidades Ambientalistas celebraron la decisión como “un precedente para la defensa del bosque nativo”, mientras que líderes pewenche valoraron que el Estado “reconozca el valor espiritual y cultural del pewén”. El MOP retomará ahora el trazado original, que evita el bosque, y convocará a nuevas mesas de trabajo para equilibrar conectividad y conservación. Lo que viene El MOP deberá entregar en las próximas semanas un diseño vial ajustado. Conaf anunció que revisará sus criterios para futuros permisos que involucren especies protegidas. Organizaciones sociales anticipan que mantendrán la vigilancia sobre cualquier intervención en el ecosistema cordillerano. Con esta marcha atrás, la Araucaria araucana vuelve a sortear la amenaza de la motosierra; la ciudadanía, en cambio, refuerza la idea de que la presión social puede cambiar el rumbo de las decisiones públicas cuando está en juego el patrimonio natural de Chile.