El no portar la licencia de conducir al momento de manejar o el no haber obtenido este documento, son faltas graves que pueden acarrear multas considerables para los conductores. Según la ley del tránsito, aquellos que sean sorprendidos manejando sin haber obtenido la licencia de conducir se exponen a una multa que va desde 1.5 a 3 UTM, es decir, desde $97.773 a $195.546 según el valor de abril 2024. Además, no podrán obtener el beneficio de pagar un 25% menos en la infracción y se arriesgan al retiro de circulación del automóvil al momento de la fiscalización. Por otro lado, quienes sí tengan su licencia pero no la porten al momento de ser inspeccionados por Carabineros, se enfrentan a una multa leve que va desde las 0.2 hasta las 0.5 UTM, es decir, entre $13.036 y $32.591 según los valores vigentes en abril del año en curso. Es importante recordar que obtener y portar la licencia de conducir es obligatorio para todos los ciudadanos mayores de 18 años que deseen manejar un vehículo por distintos puntos del país. No cumplir con esta normativa puede resultar en sanciones económicas significativas y otras consecuencias legales.
Las consecuencias de la pandemia del virus del COVID-19 siguen dejando huellas en diversos ámbitos de la sociedad. Uno de los sectores afectados ha sido el trámite de renovación de licencias de conducir, que, debido a los retrasos ocasionados por la emergencia sanitaria y sus variantes, ha llevado a las autoridades a establecer una nueva prórroga. A mediados del año 2023, se implementó esta extensión en el plazo para renovar las licencias de conducir, abarcando incluso aquellas cuyo vencimiento estaba programado para el presente año, 2024. La medida busca evitar posibles inconvenientes derivados de un pico de documentos caducados en los años 2020, 2021, 2022 y 2023, así como facilitar un proceso de renovación más gradual. Para comprender mejor el alcance de esta prórroga, se establecen distintas condiciones según el año de vencimiento de la licencia. Aquellas cuyos vencimientos ocurrieron en 2020 y 2021 ya no cuentan con una extensión y debieron renovarse antes del cierre de 2023. Para las caducadas en 2022, se otorga una prórroga de vigencia por dos años, expirando en el transcurso del presente año, 2024, lo mismo aplicando a las licencias vencidas en 2023. En el caso de las licencias no profesionales, la vigencia se extenderá por cuatro años desde su fecha de renovación. Para las licencias cuyo vencimiento está programado para el presente año, 2024, se concede una prórroga adicional hasta el próximo año, 2025. Quienes necesiten obtener por primera vez o renovar su licencia de conducir deben solicitar una cita en la dirección de tránsito de la municipalidad correspondiente a su domicilio. Es importante señalar que, según información proporcionada por Chile Atiende, aquellos que acudan a realizar el trámite después de la expiración de la prórroga deberán cumplir con ciertos requisitos, como presentar la licencia anterior, la cédula de identidad y rendir exámenes de reflejo y vista, así como un examen teórico en caso de licencias profesionales.
El no portar la licencia de conducir al momento de manejar o el no haber obtenido este documento, son faltas graves que pueden acarrear multas considerables para los conductores. Según la ley del tránsito, aquellos que sean sorprendidos manejando sin haber obtenido la licencia de conducir se exponen a una multa que va desde 1.5 a 3 UTM, es decir, desde $97.773 a $195.546 según el valor de abril 2024. Además, no podrán obtener el beneficio de pagar un 25% menos en la infracción y se arriesgan al retiro de circulación del automóvil al momento de la fiscalización. Por otro lado, quienes sí tengan su licencia pero no la porten al momento de ser inspeccionados por Carabineros, se enfrentan a una multa leve que va desde las 0.2 hasta las 0.5 UTM, es decir, entre $13.036 y $32.591 según los valores vigentes en abril del año en curso. Es importante recordar que obtener y portar la licencia de conducir es obligatorio para todos los ciudadanos mayores de 18 años que deseen manejar un vehículo por distintos puntos del país. No cumplir con esta normativa puede resultar en sanciones económicas significativas y otras consecuencias legales.
Las consecuencias de la pandemia del virus del COVID-19 siguen dejando huellas en diversos ámbitos de la sociedad. Uno de los sectores afectados ha sido el trámite de renovación de licencias de conducir, que, debido a los retrasos ocasionados por la emergencia sanitaria y sus variantes, ha llevado a las autoridades a establecer una nueva prórroga. A mediados del año 2023, se implementó esta extensión en el plazo para renovar las licencias de conducir, abarcando incluso aquellas cuyo vencimiento estaba programado para el presente año, 2024. La medida busca evitar posibles inconvenientes derivados de un pico de documentos caducados en los años 2020, 2021, 2022 y 2023, así como facilitar un proceso de renovación más gradual. Para comprender mejor el alcance de esta prórroga, se establecen distintas condiciones según el año de vencimiento de la licencia. Aquellas cuyos vencimientos ocurrieron en 2020 y 2021 ya no cuentan con una extensión y debieron renovarse antes del cierre de 2023. Para las caducadas en 2022, se otorga una prórroga de vigencia por dos años, expirando en el transcurso del presente año, 2024, lo mismo aplicando a las licencias vencidas en 2023. En el caso de las licencias no profesionales, la vigencia se extenderá por cuatro años desde su fecha de renovación. Para las licencias cuyo vencimiento está programado para el presente año, 2024, se concede una prórroga adicional hasta el próximo año, 2025. Quienes necesiten obtener por primera vez o renovar su licencia de conducir deben solicitar una cita en la dirección de tránsito de la municipalidad correspondiente a su domicilio. Es importante señalar que, según información proporcionada por Chile Atiende, aquellos que acudan a realizar el trámite después de la expiración de la prórroga deberán cumplir con ciertos requisitos, como presentar la licencia anterior, la cédula de identidad y rendir exámenes de reflejo y vista, así como un examen teórico en caso de licencias profesionales.