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30 de noviembre de 2023

Columna de opinión: "¿Sabí que? tení que hacerte ver"

En esta columna de opinión Germán Pereda hace una reflexión critica sobre que "Las personas no necesitan que hablen mal de ellas, solas hablan mal de sí mismas"

Mente InformaticaGermán Pereda Baeza

​Es cotidiano y común escuchar a personas hablar mal de otras, de alguna manera lo hemos normalizado, ya sea por acciones, por apariencia física, motivaciones laborales o simplemente porque no hay una buena relación entre ellas. Este comportamiento crítico tiene como único fin conseguir diezmar, disminuir o poner mal a la otra persona. Pero, entenderan estos seres humanos que con esa actitud lo único que logran es todo lo contrario, me gustaría dejar plasmada aquí una frase que hace años hice mía, y es que "Las personas no necesitan que hablen mal de ellas, solas hablan mal de sí mismas". 

Alguna vez les conté respecto a mi experiencia en un diplomado de psicología laboral, fue ahí que leí por primera vez sobre el trastorno paranoide de la personalidad, que se caracteriza por un patrón de desconfianza y suspicacia hacia los demás, lo que puede llevar a la interpretación errónea de las intenciones de los demás. Existe un Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el que dice que las personas con este trastorno pueden ser hipersensibles a las críticas, tener dificultades para confiar en los demás y delirios de superioridad. Algunos estudios psicológicos además han demostrado que el trastorno paranoide de la personalidad puede estar relacionado con experiencias traumáticas en la infancia, así como frustraciones y en varios casos por factores genéticos.

Es curioso cómo algunas personas tienen tanto tiempo libre para dedicarse a observar y preocuparse por la vida de los demás y salir a esparcir en la comunidad las esporas de sus frustraciones. ¿No sería más productivo y beneficioso para ellos mismos si en lugar de perder su tiempo en chismes y cahuines, se enfocaran en emprender y mejorar su propia calidad de vida? Parece que algunos prefieren desperdiciar su tiempo en asuntos ajenos en lugar de enfocarse en su propio crecimiento y bienestar. Pero bueno, cada quien elige cómo utilizar su tiempo, ¿no? Aunque personalmente, creo que es mucho más gratificante y enriquecedor dedicarte a construirte mejor a ti mismo en lugar de perderse en la vida de los demás.

Por otro lado, las personas felices y satisfechas con sus vidas tienden a no dedicarse a hablar mal de los demás. En lugar de enfocarse en criticar a los demás, estas personas suelen dedicar su tiempo y energía en actividades que les brindan alegría y satisfacción. Además, se ha demostrado que las personas que se enfocan en el crecimiento personal y el desarrollo de sus habilidades tienden a tener una mayor sensación de bienestar y satisfacción con sus vidas. 

En mi experiencia personal, he tomado la decisión de no dar importancia a ciertas personas que no aportan nada positivo a mi vida, literalmente y en buen chileno "no las pesco". Esta elección ha sido liberadora para mí ¿y saben qué? es sano, es terapéutico. Pero ojo, esa persona que en este caso es víctima de tu indiferencia puede reaccionar de múltiples maneras, puede agudizar aún más su necesidad de andar hablando mal de ti, puede comenzar a notar tu indiferencia y demostrar que le afecta o definitivamente entender el mensaje y "cortar su estupidez"(por decirlo en bonito). En cualquier caso, mantenerme firme en mi decisión de no prestar atención a personas tóxicas es una forma de protegerme y cuidar mi bienestar emocional. 

Al final del día eso es lo que realmente importa, estar bien, tranquilo, rodearte de las personas que te aportan, para todo lo demás existe la indiferencia, y de todo corazón se los digo… FUNCIONA. Yo lo he notado. Para mi por ejemplo escribir es muy terapéutico, no se si lo que escribo en cada una de mis columnas es bueno, malo, gusta, sirve o quizás no. Pero lo hago y tengo la capacidad y por suerte un medio que confía en eso y me brinda la plataforma para hacerlo. Pero de lo que no me puedo hacer cargo es de como las personas interpretan lo que leen y mucho menos cuanto les pueda llegar el mensaje, eso es algo que va a depender de cada uno, pero si este mensaje te llegó directamente y te afecta, te recomendaría escuchar al humorista Álvaro Salas y darle sentido a su rutina del “tení que hacerte ver”.

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