Hoy se cumplen 3 años de la partida de uno de los más grandes locutores que he conocido en mi vida, Don Luis Humberto Robles. Su legado sigue vivo en la memoria de todos aquellos que tuvimos el privilegio de escuchar su voz y disfrutar de su talento. Su pasión por la radio y su habilidad para transmitir emociones a través del micrófono lo convirtieron en una figura icónica en el mundo de la locución. Su voz era única y su carisma inigualable, dejando una huella imborrable en todos los que tuvimos la suerte de escucharlo. A pesar de su ausencia física, su legado perdura en cada uno de los que compartimos con el, recordándonos la importancia de la pasión y el compromiso en nuestro trabajo. Don Luis Humberto Robles fue y seguirá siendo un referente en el mundo de la locución, inspirándonos a muchos a seguir sus pasos y a dejar una huella propia en el mundo de las comunicaciones. Don Luis se trasladó a Angol en 1968 desde Lautaro para unirse a la recién fundada radio emisora Los Confines, lugar donde se mantuvo por muchos años laborando y compartiendo micrófono con reconocidas figuras de la radio y la TV. Siempre desempeñándose como locutor, voz comercial, realizando labores de prensa y en lectura de noticias. Desempeñó labores en radio Voz de La Tierra, medio donde finalizó su labor radial como director. También formo parte de Radio Angol FM, Nahuelbuta FM, Canal Teleangol, radio Caramelo y radio Onda Latina. Durante muchos años, fue la voz oficial en los eventos cívicos y militares de la comuna de Angol, así como para diversos municipios de la provincia de Malleco. En lo personal el se ganó con hechos más que palabras mi más profundo respeto y agradecimiento por su invaluable orientación, sabios consejos y su inspirador ejemplo. Pero siempre destaco una particular situación que me ocurrió con él y que para mí fue una gran enseñanza de vida, cuando se encontraba viviendo en Santiago un dia me llama por teléfono y aquí les grafico la dinámica: El: Hola Germán muy buenos días Yo: Don Luis buenos días, ¿cómo está usted? El: De lo más bien pues querido Germán ¿y usted? Yo: muy bien don Luis, gracias por preguntar… pero cuénteme en que le puedo ayudar El: N o Germán… simplemente lo llamaba para saber ¿cómo está usted, como está la familia? Ese día Luis Humberto Robles me dio una lección de vida que jamás olvidé, me hizo abrir los ojos y darme cuenta que a veces hay que detener el rápido expreso de la vida, bajarse unos minutos de esa vorágine, tomar el teléfono y llamar a un amigo o amiga y simplemente preguntarle como esta. Ese era este señor un tremendo profesional frente al micrófono y un gran ser humano detrás de este. Y por lo que logro darme cuenta en algunas conversaciones, su legado continúa vivo en todos nosotros que tuvimos el privilegio de cruzar caminos con él. Su impacto ha sido fundamental en mi desarrollo personal y profesional, y siempre estaré agradecido por su generosidad y sabiduría. Tampoco podré olvidar que gracias a el tuve la posibilidad de conocer a su amigo, don Enrique Maluenda, quien lo vino a acompañar hace años atrás en una actividad benéfica que me tocó colaborar en su producción, ahí estaba yo sentado entre Don Luis y Don Enrique, mientras ellos conversaban y hablaban de la vida, como dos grandes caballeros, muy respetuosos, llenos de sinónimos que horas mas tarde tuve que buscar y googlear, para poder entenderlos. Dos señores de las comunicaciones de nuestro país, sentados a mi lado dejándome muy en claro que la humildad es una de las herramientas mas importantes que debes potenciar en la vida. Siempre debemos mantener presente en nuestra memoria a aquellas personas que dejaron una huella significativa en nuestras vidas. No podemos permitirnos olvidar a don Luis Humberto Robles, ya que al recordarlo estamos preservando su legado, rindiendo homenaje a su memoria y asegurando que su influencia perdure en las generaciones venideras. Para mí su voz continúa resonando en mi sub-consciente, recordándome que alguna vez la vida puso en mi camino a un hombre que aportó en mi vida para reforzar la importancia de la pasión, la humildad y la generosidad en todas nuestras acciones. En memoria a un grande, Don Luis Humberto Robles, a través de estas letras a toda su familia y en especial a su compañera de vida, la señora Elisabeth Fernández la querida Chabelita.
Es cotidiano y común escuchar a personas hablar mal de otras, de alguna manera lo hemos normalizado, ya sea por acciones, por apariencia física, motivaciones laborales o simplemente porque no hay una buena relación entre ellas. Este comportamiento crítico tiene como único fin conseguir diezmar, disminuir o poner mal a la otra persona. Pero, entenderan estos seres humanos que con esa actitud lo único que logran es todo lo contrario, me gustaría dejar plasmada aquí una frase que hace años hice mía, y es queLas personas no necesitan que hablen mal de ellas, solas hablan mal de sí mismas. Alguna vez les conté respecto a mi experiencia en un diplomado de psicología laboral, fue ahí que leí por primera vez sobre el trastorno paranoide de la personalidad, que se caracteriza por un patrón de desconfianza y suspicacia hacia los demás, lo que puede llevar a la interpretación errónea de las intenciones de los demás. Existe un Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales , el que dice que las personas con este trastorno pueden ser hipersensibles a las críticas, tener dificultades para confiar en los demás y delirios de superioridad. Algunos estudios psicológicos además han demostrado que el trastorno paranoide de la personalidad puede estar relacionado con experiencias traumáticas en la infancia, así como frustraciones y en varios casos por factores genéticos. Es curioso cómo algunas personas tienen tanto tiempo libre para dedicarse a observar y preocuparse por la vida de los demás y salir a esparcir en la comunidad las esporas de sus frustraciones. ¿No sería más productivo y beneficioso para ellos mismos si en lugar de perder su tiempo en chismes y cahuines, se enfocaran en emprender y mejorar su propia calidad de vida? Parece que algunos prefieren desperdiciar su tiempo en asuntos ajenos en lugar de enfocarse en su propio crecimiento y bienestar. Pero bueno, cada quien elige cómo utilizar su tiempo, ¿no? Aunque personalmente, creo que es mucho más gratificante y enriquecedor dedicarte a construirte mejor a ti mismo en lugar de perderse en la vida de los demás. Por otro lado, las personas felices y satisfechas con sus vidas tienden a no dedicarse a hablar mal de los demás. En lugar de enfocarse en criticar a los demás, estas personas suelen dedicar su tiempo y energía en actividades que les brindan alegría y satisfacción. Además, se ha demostrado que las personas que se enfocan en el crecimiento personal y el desarrollo de sus habilidades tienden a tener una mayor sensación de bienestar y satisfacción con sus vidas. En mi experiencia personal, he tomado la decisión de no dar importancia a ciertas personas que no aportan nada positivo a mi vida, literalmente y en buen chileno no las pesco. Esta elección ha sido liberadora para mí ¿y saben qué? es sano, es terapéutico. Pero ojo, esa persona que en este caso es víctima de tu indiferencia puede reaccionar de múltiples maneras, puede agudizar aún más su necesidad de andar hablando mal de ti, puede comenzar a notar tu indiferencia y demostrar que le afecta o definitivamente entender el mensaje y cortar su estupidez (por decirlo en bonito). En cualquier caso, mantenerme firme en mi decisión de no prestar atención a personas tóxicas es una forma de protegerme y cuidar mi bienestar emocional. Al final del día eso es lo que realmente importa, estar bien, tranquilo, rodearte de las personas que te aportan, para todo lo demás existe la indiferencia, y de todo corazón se los digo… FUNCIONA. Yo lo he notado. Para mi por ejemplo escribir es muy terapéutico, no se si lo que escribo en cada una de mis columnas es bueno, malo, gusta, sirve o quizás no. Pero lo hago y tengo la capacidad y por suerte un medio que confía en eso y me brinda la plataforma para hacerlo. Pero de lo que no me puedo hacer cargo es de como las personas interpretan lo que leen y mucho menos cuanto les pueda llegar el mensaje, eso es algo que va a depender de cada uno, pero si este mensaje te llegó directamente y te afecta, te recomendaría escuchar al humorista Álvaro Salas y darle sentido a su rutina del “tení que hacerte ver”.
A lo largo de la vida, es natural que nuestras creencias y decisiones evolucionen a medida que adquirimos nuevas experiencias, conocimientos y perspectivas. A menudo, cuando fuimos jóvenes, tuvimos tendencia a mostrarnos más seguros de nuestras convicciones y decisiones, ya que no fuimos tan expuestos a la complejidad y la incertidumbre que la vida puede presentar. Sin embargo, a medida que envejecemos, es común que la certeza que una vez tuvimos comience a desvanecerse, ya que nos enfrentamos a situaciones que desafían nuestras creencias y nos obligan a cuestionar nuestras propias decisiones. Este proceso de cuestionamiento y cambio puede ser especialmente evidente en la mediana edad, cuando las personas suelen experimentar una re-evaluación de sus metas, valores y creencias. Las responsabilidades familiares, las presiones laborales y las experiencias personales pueden llevar a una mayor reflexión sobre la vida y a un replanteamiento de lo que antes se consideraba muy seguro. Además, a medida que los años han ido galopando, me he visto enfrentado a la realidad de nuestra propia mortalidad, situación que a profundizado mi necesidad de introspección y a una re-consideración de creencias, amistades y múltiples situaciones en la vida. Este proceso ha sido en extremo desafiante, ya que he tenido que sortearlo con mi diagnosticada ansiedad y esta adquirida capacidad de ver la vida de manera distinta que me la otorgó el hecho de ser padre. El autor Britanico George Eliot dijo; La certeza es solo una ilusión que nos proporciona comodidad temporal ,No hay que ser un erudito para resumir que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la certeza y su relación con la comodidad, pero yo creo que además, nos invita a considerar la importancia de adaptarnos a la incertidumbre y a estar abiertos a la posibilidad de que nuestras creencias y convicciones puedan evolucionar con el tiempo. En lugar de aferrarnos a la certeza como un refugio seguro, debemos aprender a vivir con la ambigüedad y a aceptar que la vida está llena de situaciones impredecibles. En la música tengo dos muy buenos ejemplos para tratar de explicar mi “tesis”, primero está Bob Dylan, que es conocido por ser un cantante y compositor que aborda temas sociales y políticos en sus canciones, yThe Times They Are A-Changin' es precisamente la canción que marca mi visión sobre esta realidad, aquí Dylan reflexiona sobre la naturaleza inevitable del cambio y cómo las estructuras y creencias que una vez fueron sólidas pueden desmoronarse con el paso del tiempo. Por otro lado, uno de mis artistas latinos favoritos Jorge Drexler en su canciónNoctiluca nos lleva a un viaje introspectivo en el que reflexiona sobre su paternidad y la incertidumbre que esta trae consigo. La letra de la canción nos muestra a un Drexler que se encuentra en un momento de su vida en el que las certezas que antes tenía ya no son tan sólidas. La llegada de un hijo ha cambiado su perspectiva y le ha llevado a cuestionar muchas de las cosas que antes daba por sentado, no puedo sino más que sentirme biografiado en esta canción. Esta columna no busca ser una invitación al estrés o la depresión, más bien tiene como objetivo invitar a la reflexión positiva respecto a la perdida de las certezas en nuestras vidas, pues son nada más que la consecuencia de que la vida con el paso de los años va cobrando sentido y que el solo hecho de que le demos importancia a estos pasajes, nos confirma que somos tan humanos como mortales. Al aceptar la pérdida de certezas, también reconocemos nuestra propia humanidad y mortalidad. Nos damos cuenta de que somos seres finitos, con un tiempo limitado en este mundo. Esto nos invita a vivir de manera más consciente y a apreciar cada momento que tenemos. En lugar de temer a la incertidumbre, podemos aprender a abrazarla y encontrar significado en ella y decir tal como Drexler en su canción, que soy un convencidoque estoy en la edad que la certeza caduca.
El narcisismo es un término que ha cobrado relevancia en los últimos años, especialmente en el ámbito de la psicología y la salud mental. Se trata de un trastorno de la personalidad que se caracteriza por un excesivo amor propio, una obsesión por uno mismo y una falta de empatía hacia los demás. El narcisismo puede manifestarse de diversas formas, desde la vanidad y la arrogancia hasta la manipulación y la falta de escrúpulos. Este es un trastorno complejo que puede tener graves consecuencias para la persona que lo padece, así como para su entorno. Las personas narcisistas suelen tener dificultades para establecer relaciones sanas y duraderas, ya que su obsesión por sí mismas les impide conectar de manera auténtica con los demás. Además, su falta de empatía puede llevarles a manipular y utilizar a las personas que les rodean para satisfacer sus propias necesidades. Una persona narcisista tiende a ser egocéntrica, siempre buscando la admiración y el reconocimiento de los demás. Tiene una actitud de superioridad y desprecio hacia los demás, creyéndose por encima de las normas y reglas comunes. Tiende a ser manipuladora, buscando constantemente su propio beneficio sin importarle el impacto que pueda tener en los demás. Tiene dificultades para empatizar con los sentimientos y necesidades de los demás, ya que su foco principal es su propio bienestar. Tiende a ser envidiosa y resentida cuando no recibe la atención o el reconocimiento que cree merecer. Tiene una actitud de grandiosidad, exagerando sus logros y capacidades para alimentar su propio ego, esta condición lo pone en una constante competencia con todos sus entornos, donde no sabrá diferenciar con quien compite, pudiendo ser un adolescente o una persona de la tercera edad, pues su único fin será demostrar a través de su auto convencimiento que es superior a quien se pone en su camino. Detectar el narcisismo puede ser complicado, ya que las personas que lo padecen suelen ser muy hábiles para ocultar sus verdaderas intenciones. Sin embargo, existen algunas señales que pueden ayudarnos a identificar a un narcisista. Por ejemplo, suelen tener una gran necesidad de atención y admiración, son incapaces de aceptar críticas o de reconocer sus errores, y tienden a menospreciar a los demás para sentirse superiores, en muchos casos son capaces de utilizar sus fortalezas o sus debilidades con tal de conseguir lo que quieren y no necesariamente sus objetivos son beneficiarse, en muchos casos es perjudicar a los demás. Su grado de falta de empatía puede ser tan exagerado en algunos casos, que la desconexión emocional es evidente con sus propios hijos, donde públicamente o a través de las redes sociales se muestra afecto y en la intimidad del hogar absoluta despreocupación ellos. El narcisista merece descansar porque sus esfuerzos son superiores a los demás, aun cuando en la practica esto no es real, el(ella) intentará demostrar que su trabajo u obligaciones están por encima de su interlocutor(ra). En una relación de pareja esto puede llegar a ser aún más complejo, porque la manipulación a través de la victimisación en muchos casos lleva al(la) narcisista a amenazar constantemente con terminar la relación o matarse, esto por que comúnmente conocen demasiado bien las debilidades mentales de su pareja. Una vez detectado el narcisismo, es importante buscar ayuda profesional para abordar este trastorno. La terapia psicológica puede ser de gran ayuda para que la persona narcisista tome conciencia de su problema y aprenda a relacionarse de manera más saludable con los demás, situación que puede ser bastante difícil dado que la auto crítica no es una característica presente en este trastorno. Además, es vital que las personas que conviven con un(una) narcisista establezcan límites claros y no se dejen manipular por su comportamiento, pues no poner limites puede traer consecuencias grabes en el tiempo. En la sociedad actual, el narcisismo parece estar en alza, en parte debido al auge de las redes sociales y la cultura de la imagen propia. Las personas narcisistas suelen buscar constantemente la aprobación y la validación de los demás, y las redes sociales ofrecen una plataforma perfecta para alimentar su ego. Por eso, es importante fomentar una cultura del autoconocimiento y la autenticidad, en la que se valore la empatía y la conexión real con los demás por encima de la imagen y la apariencia. Hay que entender que el narcisismo es un trastorno de la personalidad que puede tener graves consecuencias para la persona que lo padece y para su entorno. Detectarlo puede ser difícil, pero es fundamental para poder abordarlo de manera adecuada. La terapia psicológica y el establecimiento de límites claros son herramientas clave para ayudar a las personas narcisistas a relacionarse de manera más saludable con los demás. Además, es importante fomentar una cultura del auto conocimiento y la autenticidad, en la que se valore la empatía y la conexión real con los demás. En muchos casos toca lidiar con esta realidad en situaciones laborales, cuestión bastante compleja cuando no se está preparado profesionalmente para sobre llevar esta realidad.
Hoy se cumplen 3 años de la partida de uno de los más grandes locutores que he conocido en mi vida, Don Luis Humberto Robles. Su legado sigue vivo en la memoria de todos aquellos que tuvimos el privilegio de escuchar su voz y disfrutar de su talento. Su pasión por la radio y su habilidad para transmitir emociones a través del micrófono lo convirtieron en una figura icónica en el mundo de la locución. Su voz era única y su carisma inigualable, dejando una huella imborrable en todos los que tuvimos la suerte de escucharlo. A pesar de su ausencia física, su legado perdura en cada uno de los que compartimos con el, recordándonos la importancia de la pasión y el compromiso en nuestro trabajo. Don Luis Humberto Robles fue y seguirá siendo un referente en el mundo de la locución, inspirándonos a muchos a seguir sus pasos y a dejar una huella propia en el mundo de las comunicaciones. Don Luis se trasladó a Angol en 1968 desde Lautaro para unirse a la recién fundada radio emisora Los Confines, lugar donde se mantuvo por muchos años laborando y compartiendo micrófono con reconocidas figuras de la radio y la TV. Siempre desempeñándose como locutor, voz comercial, realizando labores de prensa y en lectura de noticias. Desempeñó labores en radio Voz de La Tierra, medio donde finalizó su labor radial como director. También formo parte de Radio Angol FM, Nahuelbuta FM, Canal Teleangol, radio Caramelo y radio Onda Latina. Durante muchos años, fue la voz oficial en los eventos cívicos y militares de la comuna de Angol, así como para diversos municipios de la provincia de Malleco. En lo personal el se ganó con hechos más que palabras mi más profundo respeto y agradecimiento por su invaluable orientación, sabios consejos y su inspirador ejemplo. Pero siempre destaco una particular situación que me ocurrió con él y que para mí fue una gran enseñanza de vida, cuando se encontraba viviendo en Santiago un dia me llama por teléfono y aquí les grafico la dinámica: El: Hola Germán muy buenos días Yo: Don Luis buenos días, ¿cómo está usted? El: De lo más bien pues querido Germán ¿y usted? Yo: muy bien don Luis, gracias por preguntar… pero cuénteme en que le puedo ayudar El: N o Germán… simplemente lo llamaba para saber ¿cómo está usted, como está la familia? Ese día Luis Humberto Robles me dio una lección de vida que jamás olvidé, me hizo abrir los ojos y darme cuenta que a veces hay que detener el rápido expreso de la vida, bajarse unos minutos de esa vorágine, tomar el teléfono y llamar a un amigo o amiga y simplemente preguntarle como esta. Ese era este señor un tremendo profesional frente al micrófono y un gran ser humano detrás de este. Y por lo que logro darme cuenta en algunas conversaciones, su legado continúa vivo en todos nosotros que tuvimos el privilegio de cruzar caminos con él. Su impacto ha sido fundamental en mi desarrollo personal y profesional, y siempre estaré agradecido por su generosidad y sabiduría. Tampoco podré olvidar que gracias a el tuve la posibilidad de conocer a su amigo, don Enrique Maluenda, quien lo vino a acompañar hace años atrás en una actividad benéfica que me tocó colaborar en su producción, ahí estaba yo sentado entre Don Luis y Don Enrique, mientras ellos conversaban y hablaban de la vida, como dos grandes caballeros, muy respetuosos, llenos de sinónimos que horas mas tarde tuve que buscar y googlear, para poder entenderlos. Dos señores de las comunicaciones de nuestro país, sentados a mi lado dejándome muy en claro que la humildad es una de las herramientas mas importantes que debes potenciar en la vida. Siempre debemos mantener presente en nuestra memoria a aquellas personas que dejaron una huella significativa en nuestras vidas. No podemos permitirnos olvidar a don Luis Humberto Robles, ya que al recordarlo estamos preservando su legado, rindiendo homenaje a su memoria y asegurando que su influencia perdure en las generaciones venideras. Para mí su voz continúa resonando en mi sub-consciente, recordándome que alguna vez la vida puso en mi camino a un hombre que aportó en mi vida para reforzar la importancia de la pasión, la humildad y la generosidad en todas nuestras acciones. En memoria a un grande, Don Luis Humberto Robles, a través de estas letras a toda su familia y en especial a su compañera de vida, la señora Elisabeth Fernández la querida Chabelita.
Es cotidiano y común escuchar a personas hablar mal de otras, de alguna manera lo hemos normalizado, ya sea por acciones, por apariencia física, motivaciones laborales o simplemente porque no hay una buena relación entre ellas. Este comportamiento crítico tiene como único fin conseguir diezmar, disminuir o poner mal a la otra persona. Pero, entenderan estos seres humanos que con esa actitud lo único que logran es todo lo contrario, me gustaría dejar plasmada aquí una frase que hace años hice mía, y es queLas personas no necesitan que hablen mal de ellas, solas hablan mal de sí mismas. Alguna vez les conté respecto a mi experiencia en un diplomado de psicología laboral, fue ahí que leí por primera vez sobre el trastorno paranoide de la personalidad, que se caracteriza por un patrón de desconfianza y suspicacia hacia los demás, lo que puede llevar a la interpretación errónea de las intenciones de los demás. Existe un Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales , el que dice que las personas con este trastorno pueden ser hipersensibles a las críticas, tener dificultades para confiar en los demás y delirios de superioridad. Algunos estudios psicológicos además han demostrado que el trastorno paranoide de la personalidad puede estar relacionado con experiencias traumáticas en la infancia, así como frustraciones y en varios casos por factores genéticos. Es curioso cómo algunas personas tienen tanto tiempo libre para dedicarse a observar y preocuparse por la vida de los demás y salir a esparcir en la comunidad las esporas de sus frustraciones. ¿No sería más productivo y beneficioso para ellos mismos si en lugar de perder su tiempo en chismes y cahuines, se enfocaran en emprender y mejorar su propia calidad de vida? Parece que algunos prefieren desperdiciar su tiempo en asuntos ajenos en lugar de enfocarse en su propio crecimiento y bienestar. Pero bueno, cada quien elige cómo utilizar su tiempo, ¿no? Aunque personalmente, creo que es mucho más gratificante y enriquecedor dedicarte a construirte mejor a ti mismo en lugar de perderse en la vida de los demás. Por otro lado, las personas felices y satisfechas con sus vidas tienden a no dedicarse a hablar mal de los demás. En lugar de enfocarse en criticar a los demás, estas personas suelen dedicar su tiempo y energía en actividades que les brindan alegría y satisfacción. Además, se ha demostrado que las personas que se enfocan en el crecimiento personal y el desarrollo de sus habilidades tienden a tener una mayor sensación de bienestar y satisfacción con sus vidas. En mi experiencia personal, he tomado la decisión de no dar importancia a ciertas personas que no aportan nada positivo a mi vida, literalmente y en buen chileno no las pesco. Esta elección ha sido liberadora para mí ¿y saben qué? es sano, es terapéutico. Pero ojo, esa persona que en este caso es víctima de tu indiferencia puede reaccionar de múltiples maneras, puede agudizar aún más su necesidad de andar hablando mal de ti, puede comenzar a notar tu indiferencia y demostrar que le afecta o definitivamente entender el mensaje y cortar su estupidez (por decirlo en bonito). En cualquier caso, mantenerme firme en mi decisión de no prestar atención a personas tóxicas es una forma de protegerme y cuidar mi bienestar emocional. Al final del día eso es lo que realmente importa, estar bien, tranquilo, rodearte de las personas que te aportan, para todo lo demás existe la indiferencia, y de todo corazón se los digo… FUNCIONA. Yo lo he notado. Para mi por ejemplo escribir es muy terapéutico, no se si lo que escribo en cada una de mis columnas es bueno, malo, gusta, sirve o quizás no. Pero lo hago y tengo la capacidad y por suerte un medio que confía en eso y me brinda la plataforma para hacerlo. Pero de lo que no me puedo hacer cargo es de como las personas interpretan lo que leen y mucho menos cuanto les pueda llegar el mensaje, eso es algo que va a depender de cada uno, pero si este mensaje te llegó directamente y te afecta, te recomendaría escuchar al humorista Álvaro Salas y darle sentido a su rutina del “tení que hacerte ver”.
A lo largo de la vida, es natural que nuestras creencias y decisiones evolucionen a medida que adquirimos nuevas experiencias, conocimientos y perspectivas. A menudo, cuando fuimos jóvenes, tuvimos tendencia a mostrarnos más seguros de nuestras convicciones y decisiones, ya que no fuimos tan expuestos a la complejidad y la incertidumbre que la vida puede presentar. Sin embargo, a medida que envejecemos, es común que la certeza que una vez tuvimos comience a desvanecerse, ya que nos enfrentamos a situaciones que desafían nuestras creencias y nos obligan a cuestionar nuestras propias decisiones. Este proceso de cuestionamiento y cambio puede ser especialmente evidente en la mediana edad, cuando las personas suelen experimentar una re-evaluación de sus metas, valores y creencias. Las responsabilidades familiares, las presiones laborales y las experiencias personales pueden llevar a una mayor reflexión sobre la vida y a un replanteamiento de lo que antes se consideraba muy seguro. Además, a medida que los años han ido galopando, me he visto enfrentado a la realidad de nuestra propia mortalidad, situación que a profundizado mi necesidad de introspección y a una re-consideración de creencias, amistades y múltiples situaciones en la vida. Este proceso ha sido en extremo desafiante, ya que he tenido que sortearlo con mi diagnosticada ansiedad y esta adquirida capacidad de ver la vida de manera distinta que me la otorgó el hecho de ser padre. El autor Britanico George Eliot dijo; La certeza es solo una ilusión que nos proporciona comodidad temporal ,No hay que ser un erudito para resumir que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la certeza y su relación con la comodidad, pero yo creo que además, nos invita a considerar la importancia de adaptarnos a la incertidumbre y a estar abiertos a la posibilidad de que nuestras creencias y convicciones puedan evolucionar con el tiempo. En lugar de aferrarnos a la certeza como un refugio seguro, debemos aprender a vivir con la ambigüedad y a aceptar que la vida está llena de situaciones impredecibles. En la música tengo dos muy buenos ejemplos para tratar de explicar mi “tesis”, primero está Bob Dylan, que es conocido por ser un cantante y compositor que aborda temas sociales y políticos en sus canciones, yThe Times They Are A-Changin' es precisamente la canción que marca mi visión sobre esta realidad, aquí Dylan reflexiona sobre la naturaleza inevitable del cambio y cómo las estructuras y creencias que una vez fueron sólidas pueden desmoronarse con el paso del tiempo. Por otro lado, uno de mis artistas latinos favoritos Jorge Drexler en su canciónNoctiluca nos lleva a un viaje introspectivo en el que reflexiona sobre su paternidad y la incertidumbre que esta trae consigo. La letra de la canción nos muestra a un Drexler que se encuentra en un momento de su vida en el que las certezas que antes tenía ya no son tan sólidas. La llegada de un hijo ha cambiado su perspectiva y le ha llevado a cuestionar muchas de las cosas que antes daba por sentado, no puedo sino más que sentirme biografiado en esta canción. Esta columna no busca ser una invitación al estrés o la depresión, más bien tiene como objetivo invitar a la reflexión positiva respecto a la perdida de las certezas en nuestras vidas, pues son nada más que la consecuencia de que la vida con el paso de los años va cobrando sentido y que el solo hecho de que le demos importancia a estos pasajes, nos confirma que somos tan humanos como mortales. Al aceptar la pérdida de certezas, también reconocemos nuestra propia humanidad y mortalidad. Nos damos cuenta de que somos seres finitos, con un tiempo limitado en este mundo. Esto nos invita a vivir de manera más consciente y a apreciar cada momento que tenemos. En lugar de temer a la incertidumbre, podemos aprender a abrazarla y encontrar significado en ella y decir tal como Drexler en su canción, que soy un convencidoque estoy en la edad que la certeza caduca.
El narcisismo es un término que ha cobrado relevancia en los últimos años, especialmente en el ámbito de la psicología y la salud mental. Se trata de un trastorno de la personalidad que se caracteriza por un excesivo amor propio, una obsesión por uno mismo y una falta de empatía hacia los demás. El narcisismo puede manifestarse de diversas formas, desde la vanidad y la arrogancia hasta la manipulación y la falta de escrúpulos. Este es un trastorno complejo que puede tener graves consecuencias para la persona que lo padece, así como para su entorno. Las personas narcisistas suelen tener dificultades para establecer relaciones sanas y duraderas, ya que su obsesión por sí mismas les impide conectar de manera auténtica con los demás. Además, su falta de empatía puede llevarles a manipular y utilizar a las personas que les rodean para satisfacer sus propias necesidades. Una persona narcisista tiende a ser egocéntrica, siempre buscando la admiración y el reconocimiento de los demás. Tiene una actitud de superioridad y desprecio hacia los demás, creyéndose por encima de las normas y reglas comunes. Tiende a ser manipuladora, buscando constantemente su propio beneficio sin importarle el impacto que pueda tener en los demás. Tiene dificultades para empatizar con los sentimientos y necesidades de los demás, ya que su foco principal es su propio bienestar. Tiende a ser envidiosa y resentida cuando no recibe la atención o el reconocimiento que cree merecer. Tiene una actitud de grandiosidad, exagerando sus logros y capacidades para alimentar su propio ego, esta condición lo pone en una constante competencia con todos sus entornos, donde no sabrá diferenciar con quien compite, pudiendo ser un adolescente o una persona de la tercera edad, pues su único fin será demostrar a través de su auto convencimiento que es superior a quien se pone en su camino. Detectar el narcisismo puede ser complicado, ya que las personas que lo padecen suelen ser muy hábiles para ocultar sus verdaderas intenciones. Sin embargo, existen algunas señales que pueden ayudarnos a identificar a un narcisista. Por ejemplo, suelen tener una gran necesidad de atención y admiración, son incapaces de aceptar críticas o de reconocer sus errores, y tienden a menospreciar a los demás para sentirse superiores, en muchos casos son capaces de utilizar sus fortalezas o sus debilidades con tal de conseguir lo que quieren y no necesariamente sus objetivos son beneficiarse, en muchos casos es perjudicar a los demás. Su grado de falta de empatía puede ser tan exagerado en algunos casos, que la desconexión emocional es evidente con sus propios hijos, donde públicamente o a través de las redes sociales se muestra afecto y en la intimidad del hogar absoluta despreocupación ellos. El narcisista merece descansar porque sus esfuerzos son superiores a los demás, aun cuando en la practica esto no es real, el(ella) intentará demostrar que su trabajo u obligaciones están por encima de su interlocutor(ra). En una relación de pareja esto puede llegar a ser aún más complejo, porque la manipulación a través de la victimisación en muchos casos lleva al(la) narcisista a amenazar constantemente con terminar la relación o matarse, esto por que comúnmente conocen demasiado bien las debilidades mentales de su pareja. Una vez detectado el narcisismo, es importante buscar ayuda profesional para abordar este trastorno. La terapia psicológica puede ser de gran ayuda para que la persona narcisista tome conciencia de su problema y aprenda a relacionarse de manera más saludable con los demás, situación que puede ser bastante difícil dado que la auto crítica no es una característica presente en este trastorno. Además, es vital que las personas que conviven con un(una) narcisista establezcan límites claros y no se dejen manipular por su comportamiento, pues no poner limites puede traer consecuencias grabes en el tiempo. En la sociedad actual, el narcisismo parece estar en alza, en parte debido al auge de las redes sociales y la cultura de la imagen propia. Las personas narcisistas suelen buscar constantemente la aprobación y la validación de los demás, y las redes sociales ofrecen una plataforma perfecta para alimentar su ego. Por eso, es importante fomentar una cultura del autoconocimiento y la autenticidad, en la que se valore la empatía y la conexión real con los demás por encima de la imagen y la apariencia. Hay que entender que el narcisismo es un trastorno de la personalidad que puede tener graves consecuencias para la persona que lo padece y para su entorno. Detectarlo puede ser difícil, pero es fundamental para poder abordarlo de manera adecuada. La terapia psicológica y el establecimiento de límites claros son herramientas clave para ayudar a las personas narcisistas a relacionarse de manera más saludable con los demás. Además, es importante fomentar una cultura del auto conocimiento y la autenticidad, en la que se valore la empatía y la conexión real con los demás. En muchos casos toca lidiar con esta realidad en situaciones laborales, cuestión bastante compleja cuando no se está preparado profesionalmente para sobre llevar esta realidad.