Conocido como “el hombre más sucio del mundo”, Amou Haji, un iraní que pasó más de cincuenta años sin darse bañarse, pero no por capricho, más bien por una razón que puede sonar hasta irónica, tenía un gran temor a enfermarse.
El hombre, falleció el pasado domingo en Dejgaha a los 94 años de edad, pese a las décadas que el sujeto no tuvo un contacto de agua con su cuerpo, lo que impresionó a muchos fue el buen estado de salud del que gozaba. Medios internacionales recalcan que su estilo de vida comenzó tras varios infortunios emocionales que lo llevaron a aislarse del mundo convencional.
UNA VIDA DIFICIL
Una infancia y juventud marcada por las calles como refugio y donde en los últimos años su único hogar fueron sólo unos ladrillos apilados con un agujero que pasó a ser su casa. Los residentes de la zona decidieron unir esfuerzos para construir ese resguardo, mientras estaban intranquilos por él día a día de este adulto mayor.
Haji se hizo conocido a nivel mundial hace 8 años, cuando un medio local escribió un artículo en el que lo catalogó como “El hombre más sucio”, y cuyas fotos y videos no tardaron en replicarse a través de las redes sociales. El hombre, por ejemplo cuando requería de un corte de cabello, lo que hacía era simplemente quemarlo con fuego.
El mundo científico también se interesó por la vida de Haji, de hecho, un equipo de Salud de la Escuela de Salud Pública de Teherán (la capital) lo visitó en su momento y pudo hacerle algunas pruebas. En los exámenes realizados por el grupo, se esperaba encontrar alguna anomalía o enfermedades como Hepatitis, parásitos o algo de mayor complejidad como una ETS. Sin embargo, los hallazgos fueron sorprendentes, pues no hubo rastro de alguna bacteria que pudiera desarrollar determinada complejidad, incluso pensando en su avanzada edad. Solo encontraron una infección conocida como Triquinosis (que suele aparecer por ingerir carne mal preparada), pero que en Haji no tenía señales de presentar síntomas.
Una de las explicaciones que dio Molavi fue que el “Hombre más sucio del mundo” había adquirido un sistema inmunológico extremadamente fuerte, debido a su condición de indigencia, por ende, lo protegió de patologías e hizo que estuviese próximo a completar un siglo de vida.
Su historia se vió plasmada en un corto documental llamado ‘La extraña vida de Amou Haji’, donde para más de uno, su forma de vida puede parecer inconcebible.
